Dirección: Oliver Stone (2004).
Reparto: Collin Farrell, Angelina Jolie, Val Kilmer, Anthony Hopkins, Rosario Dawson.
Fecha y nacionalidad: Alemania, Estados Unidos, los Países Bajos, Francia, Italia y Reino Unido.
Argumento: La película narra la vida de Alejandro Magno, Rey de Macedonia (Grecia) que se propuso conquistar Asia. Para ello primero tendrá que vencer al imperio Persa que durante años ha estado invadiendo Grecia.
La película está vista desde la perspectiva de Ptlomeo I quien fue uno de los generales de Alejandro Magno. Este en su vejez como regente de Egipto se dedicará a escribir un pergamino sobre la vida de Alejandro.
La historia que nos relata comienza desde la niñez de Alejandro, y muestra como comenzó a convertirse en un mito ya desde aquel momento. En todo ello tendrá un papel relevante su padre el rey Filipo II, quien se encargó de darle la mejor educación con profesores como Aristóteles. En un principio, la guerra contra Persia la iba a encabezar Filipo II, sin embargo la el asesinato de este probablemente por un amante despechado, situó a Alejandro como el encargado de cumplir el sueño de sus padre que es conquistar Persia y de alzarse con el trono de Macedonia.
La aventura de Alejandro comenzará cuando aplaca la sublevación de varias ciudades de Asia Menor. Sus dotes de gran estratega le servirán en las famosas batallas de Issos y de Gaugamela donde el ejército de Darío, el emperador Persa, es destrozado. Y con este telón de fondo Ptlomeo I nos dará su visión del mito de Alejandro hasta su muerte.
Contexto histórico: El legado de Alejandro Magno (356 a. C. 323 a. C.) en la historia es realmente asombroso. A sus 33 años derrotó al todopoderoso imperio persa, contó por victorias todas sus batallas militares y extendió la cultura helénica hasta limites insospechados.
La idea de una campaña griega contra Persia no era nada nuevo. El propio Filipo lo había anunciado, “iba a ser declarada la guerra a los persas en favor de los griegos para castigar a los bárbaros por el anárquico tratamiento que dieron a los antiguos templos griegos”.
Pero Alejandro Magno no se conformó con la victoria contra los persas y quiso conquistar el alejado imperio indio. Su apetito era tan grande como sus hazañas, las cuales han dejado una huella indeleble en la historia y siguen alimentado la imaginación de las generaciones venideras. Así, se marcó como objetivo la conquista de todo el mundo creando un imperio en el que se fusionarían todas las culturas.
Personajes históricos:
Alejandro Magno: Nació en el año 356 a.C. Era hijo de Filipo II rey de Macedonia y Olimpia. Según cuenta la leyenda estaba predestinado por los dioses y oráculos a gobernar simultáneamente dos imperios. El joven príncipe contó con dos prestigiosos profesores Lisímaco y Leonidas los cuales le inculcaron durante su infancia una severa disciplina. El propio Leonidas registraba su el baúl de su ropa para comprobar que no ocultase algún objeto de lujo. Por su puesto, esa austeridad hizo mella en Alejandro Magno y lo convirtió en un hombre prudente y con gran capacidad de reflexión.
Por su parte, Aristóteles le enseñó varias disciplinas y le transmitió su pasión por los poemas de Homero. Ello influyó mucho en su forma de gobernar hasta el punto de que Alejandro Magno creía que era el nuevo Aquiles. Asimismo, el joven príncipe aprendió también a tocar la lira, era capaz de recitar la Iliada y conocía las obras de Heródoto. Se crió pues en una corte en la que se primaba la cultura griega y en la que incluso se atraía a grandes personajes de las artes helenas para que desarrollaran allí su labor.
Además, Alejandro pudo aprender también el arte de la guerra durante su juventud. A la edad de 16 años tuvo la oportunidad demostrar el estratega y general que llevaba dentro. Cuando en Perinto fue herido su padre le llamaron para sustituirlo. Durante la batalla demostró que sabía comandar al ejército y se comportó de una manera tan valiente que fue nombrado regente en Macedonia.
Filipo II: Rey de Macedonia (389-336 a. C). Tras adquirir la cultura Griega su ambición era que su reino, que era un país barbarizado, fuera helenizado. Tras contener ciertas disputas sucesorias impuso la unidad interior sometiendo a varios candidatos al Trono. Realizó todo el ordenamiento militar que llevaría a Macedonia a ser una potencia. Fue el encargado de diseñar el plan de conquista de Asia. Tras su muerte, asesinado, Alejandro su hijo fue el encargado de llevarlo a cabo su plan pero si este no hubiera existido probablemente Filipo II hubiera sido más reconocido en la Historia.
La reacción de la crítica
La película en el momento de su estreno no recibió una buena acogida. La mayoría de la críticas argumentaban que Oliver Stone había realizado un resumen de la vida de Alejandro, y que se había basado en tópicos. He aquí algunas de ellas:
Se siente como un resumen mal hecho de la vida de Alejandro Magno, la narrativa está plagada de problemas y en general son demasiados problemas, lo cual hunde la película
Garth Franklin para Dark Horizons
«Es un desastre que no puede ser rescatado con nada y refleja la visión clásica pero cuadrada de su director».
Scott Tobias para AV Club
«Esta costosa épica está sumamente confundida en todos los sentidos posibles, ademas de tener una narrativa neurótica que no se decide por una idea fija».
Andrew Sarris para el New York Observer
El propio director se defendió argumentando que “no pudo contarlo todo porque redujo las 5 horas de rodaje inicial a menos de tres para contentar al público de Estado Unidos”. De igual manera, justificó la duración de las dos grandes batallas en Gaugamela (Persia) y la India explicando que en estás “Alejandro se convirtió en rey a sangre y acero”.
Asimismo, lanzó dardos envenenados a sus críticos cuando dijo que entendía que Estados Unidos no hubiera recibido con comodidad la película ya que “Alejandro lucho para lograr la paz algo que nosotros no somos capaces de entender”. Según sus palabras “fue un rey para un mundo de paz”.
En mi opinión, Oliver Stone fue duramente criticado. Aunque es cierto que muchos hechos importantes de la vida de Alejandro quedaron sin contar en la película. Lo cierto es que se basó, acertadamente, en el asesoramiento del especialista de Oxford Robin Lane Fox que es un experto muy reputado en temas de Alejandro Magno. No en vano, el guión sigue casi estrictamente cada uno de los puntos del libro del historiador (Alejandro Magno. Conquistador del mundo). El único problema es que el director no fue lo suficientemente valiente como para incluir las dos horas de metraje. Si lo hubiera hecho, o en vez una película hubiera realizado dos probablemente las críticas hubieran sido distintas.
Por otro lado, la película adolece de que toca muy poco, bajo mi punto de vista, el sueño de Alejandro Magno de fusionar las culturas de occidente y oriente quien trato de realizarlo, no de una manera teórica, sino bastante profunda, ya que el macedonio preparó leyes que obligarían a migraciones masivas de población entre dos continentes.
De todas formas, el acercamiento de Oliver Stone a la figura de Alejandro Magno es bueno, ajustado históricamente, y más aún si lo comparamos con películas sobre la antigüedad como la infumable Troya.
Tanto el enfoque fotográfico y musical tienen un marcado buen gusto y destilan un cuidado enfoque poético por la figura de Alejandro Magno. Y es que el macedonio siempre encarnará la figura del eterno joven que busca aventuras y utopías.
Recursos bibliográficos
- Lane Fox, R. (1973). Alejandro Magno. Conquistador del mundo. El acantilado.
- Mora, M. (2005). Oliver Stone retrata a un Alejandro Magno visionaria, bisexual y soñador. Periódico El País. Recuperado de: https://elpais.com/diario/2005/01/05/cultura/1104879602_850215.html