Las imágenes del chamán siberiano y la figura antropomorfa de Les Trois Frères son un magnífico ejemplo para realizar el estudio del arte rupestre a través de la comparación de distintos estilos, a lo largo de la prehistoria. Además, el conocimiento y las coincidencias que vayamos estableciendo entre las mismas nos pueden servir para comprender mejor el chamanismo.
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El antropomorfo de Les Troi Frères:
La primera imagen pertenece a la cueva de Le Tróis Fréres que está situada en los Pirineos de Francia. Se trata de una de las cuevas con más muestras de pintura paleolítica. Las obras que podemos apreciar allí se pueden catalogar como de pintura naturalista y figurativa. El periodo que abarcan se corresponde con el Magdaleniense y va desde el 16.000 y el 10.000 a. C.
Las representaciones que podemos encontrar en Trois Frères abarcan desde representaciones grabadas a pinturas. Las más características son aquellas que mezclan rasgos humanos y animales. Podemos encontrar representaciones clásicas de animales, entre los que encontramos bisontes y caballos que gozan de un gran dinamismo. Asimismo, en la cueva aparecen representaciones de búhos y de felinos que son mucho menos habituales en el arte rupestre.
La figura del primer antromorfo es conocida como el ‘hombre-bisonte’ y tal como indica su nombre está formada por las partes de un hombre y un bisonte. La representación que nos ocupa es denominada el ‘hechicero’ y en esta encontramos una combinación de rasgos. De manera que las patas traseras son de oso, la barba de bisonte, la cola de caballo, y los cuernos de ciervo. Asimismo, encontramos que tiene manos y genitales de hombre.
El chaman siberiano
La imagen del chamán siberiano pertenece a una representación idealizada del siglo XVIII, la cual fue realizada como fruto de las exploraciones geográficas que hicieron antropólogos donde se conocía la existencia de ritos chamanísticos.
Las similitudes entre ambas imágenes son evidentes. La de la cueva de Trois Frères es un hombre que adquiere la forma de un animal y la segunda imagen es un chamán que se caracteriza como un ciervo. Además en esta aparece tocando un tambor lo cual servía para entrar en trance. No es descartable que si en la prehistoria hubo chamanes se empleara también la música para realizar las ceremonias. De hecho se han encontrado restos de instrumentos para hacer música en las cuevas que se utilizaban.
¿Qué es el chamanismo?
En este punto cabe preguntarse si las coincidencias entre las imágenes que se han presentado indicarían si se practicó el chamanismo en la prehistoria. Se trata de un debate clásico entre los prehistoriadores que ha tenido voces de prestigiosos investigadores tanto en el bando contrario a esta práctica como el que está a favor. Sin embargo, el discurso de teorías distintas no tiene por qué indicar que unas anulen a otras. Todo lo contrario, tal y como se tratará de demostrar, algunas de las distintas corrientes, enriquecen el conocimiento de la prehistoria.
Pero ¿qué es la teoría del chamanismo? Esta tesis fue desarrollada por Williams-Clottes y David Lewis-Williams sostiene que los distintos pueblos prehistóricos habían practicado el chamanismo. Uno de los ritos de esta práctica era crear estados de conciencia alterados y alucinaciones.
De esta manera, las cuevas en el paleolítico eran los lugares en los que los chamanes entrarían en contacto con el más allá. Y la pared representaba la membrana que separaba el mundo normal y el de los espíritus. La labor de los chamanes era realizar ceremonias en un estado de conciencia alterada en las que se comunicaban con el otro mundo y durante las mismas tenía visiones que luego representaban mediante las pinturas rupestres que flotaban en la pared.
Chamanes en medio de una alucinación
Por otra parte, los signos geométricos o de variadas formas se corresponden, según esta teoría, con las percepciones mentales del estadio 1 de la conciencia. Las pinturas de antropomorfos serían chamanes en medio de la alucinación. Y las huellas de manos pintadas en la pared harían desaparecer la pared y pondrían al chamán en contacto con el otro mundo.
Por todo ello, es posible realizar paralelismos entre las prácticas de chamanismo que se realizaban en la Edad Media y, que incluso se siguen realizando en la actualidad en algunas tribus, y las de los hombres de la prehistoria. Otro indicador importante que podría servir para afianzar la teoría del chamanismo se refiere al uso del espacio en las cuevas.
En lo más profundo de la cueva de Chauvet encontramos la Salle du Fond es el lugar en el que se encuentran pintados la Venus y el Hechicero. Desde el techo de la estancia que tiene aproximadamente 7 metros de alto, una formación de piedra caliza en forma de cono de 1,10 metros cuelga un afloramiento que contiene la Venus y el Hechicero que están pintados en carbón vegetal.
La Venus y el hechicero
La Venus es totalmente clásica en sus proporciones y todos sus elementos estilísticos pertenecen a una selección estilística propia del auriñaciense y el gravitienese. Por encima de la venus a la izquierda hay dos felinos, un mamut y un buey. A la izquierda encontramos el brujo o el hombre-bisonte. Por lo tanto, la relación entre la venus y el brujo no puede haber sido casual. Aunque este último se realizó con posterioridad. La composición está ubicada en un lugar privilegiado en el centro de la Salle du Fond y probablemente tuviera que ver con algún rito de fertilidad y con el chamanismo.
Por su parte el antropormorfo de Trois Frères así como los animales extraños también se encuentran en una zona profunda de la cueva en la zona conocida como el Santuario. Lo cual podría indicar también que se reservase ese espacio más profundo de la cueva como un sitio especial para realizar las visiones del más allá.
Hasta ahí, las similitudes entre las cuevas Trois Frères y Chauvet. En la última de ellas se ha reservado el espacio a animales especialmente peligrosos como rinocerontes, leones y otros carnívoros.
Asimismo, cabe mencionar que la Venus que encontramos es la única que aparece pintada en la pared de la cueva. Por el contrario, la de Trois Frères no ha utilizado el espacio para animales peligrosos y destaca más por la presencia de seres híbridos. De esta manera, cabe destacar los animales extraños y otra figura antromorfa a parte del hechicero ya mencionado anteriormente.
Conclusiones:
Tras analizar el hechicero de Trois Frères y el chamán siberiano parece plausible que las coincidencias entre ambos puedan deberse a que ya desde la prehistoria se llevaron a cabo algunos tipos de rituales chamánicos. Si atendemos a diversos estudios etnográficos observamos que se han realizado este tipo de prácticas en diversas partes del mundo que no han tenido contacto entre sí.
Tenemos ejemplos muy conocidos que todavía permanecen frescos en nuestra memoria. Uno de ellos es Cernunnos el dios de la mitología celta que nos recuerda mucho en su iconografía a los chamanes. Y que precisamente era el amo de los animales salvajes, de la regeneración y de la abundancia.
El diablo como dios cornudo
De igual manera, en la Edad de Bronce volvemos a encontrar estas representaciones de hombres con cuernos en el Medio Oriente, en Egipto, Mesopotamia y la India. Incluso, el propio Diablo es una representación de un dios cornudo pagano que posteriormente la Iglesia lo encarnó como la figura absoluta del Mal.
Pero, ¿qué es lo afirman los detractores del chamanismo? Una de las principales críticas es que no todas las alucinaciones durante la ceremonia no causarían los mismos efectos en todas las personas.
En este sentido, cabe decir que por supuesto que no tienen que causar los mismo efectos. Sin embargo, hay estudios de neuropsicología que afirman que en determinados estados de trance las visiones que tienen distintas personas son muy similares, y lo que ven ese estado es muy parecido a lo que está representado en algunos signos abstractos de las pinturas rupestres.
Comparaciones etnográficas
Otra de las críticas más habituales a la teoría del chamanismo, es que mediante las comparaciones etnográficas no se puede deducir que tuvieran el mismo marco mágico-religioso. Esta es una afirmación que cojea, ya que el hecho de que no sean exactamente los mismos ritos los de las tribus más recientes y los de la prehistoria. no significa que no estuvieran basados en unas creencias similares. ¿Acaso la religión cristiana y la protestante no tienen distintos ritos pero unos orígenes en común?
Pero ello no óbice, para pensar que las cuevas en la prehistoria no tuvieran otro tipo de uso que no fuera el de realizar ritos chamánicos. Por su puesto, que su uso tuvo que ser variado y se utilizaron para ceremonias colectivas, ritos de caza y de fertilidad, entre otro tipo de actividades.
Recursos bibliográficos:
- Sanchidrián, J.L (2012). Manual de arte prehistórico. 6ª Edición. Barcelona: Editorial Planeta S.A.
- Montes Gutiérrez, R (2008). Los chamanes de la prehistoria. Revista Educativa y Cultural Contraclave.
- Lewis-willians, D. (2005). La mente en la caverna. Akal.
- Clottes, J. (2001).The salle du fond chamber- The Venus and teh Sorcerer. Recuperado de: http://www.bradshawfoundation.com/chauvet/venus_sorcerer.php