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¿Quién fue Benito Pérez Galdós?
Benito Pérez Galdós que habría de ser el más grande de los novelistas españoles del siglo, nace en Las Palmas de la Gran Canaria en 1843. Hijo de una familia acomodada, cursa sus primeras letras y el bachillerato en la isla, y hasta se supone que debió de asistir a un colegio inglés.
Con el deseo de cursar la carrera de Derecho, llega a Madrid en 1862, y desde este año comienza a colaborar en periódicos y revistas, al tiempo que asiste sin mucho entusiasmo a los cursos de la Facultad de Derecho; en realidad, sólo se licenciará en 1869. Pronto abandona el periodismo para centrarse en la que iba a ser su más auténtica vocación: la novela. Después de un primer viaje a Francia, y de algunos escarceos dramáticos, publica La Fontana de Oro, fechada en 1870. Esta novela es ya una novela histórica.
A partir de este momento, organiza su vida y su labor literaria con todo rigor. Es, por así decir, el escritor más organizado de nuestra literatura. Trabaja diariamente, y sus libros suelen salir a la venta con pasmosa regularidad.
Esto atestigua, además de sus dotes personales, la fecundidad de una obra que, más que resumir, podemos cuantificar así: cuarenta y seis Episodios Nacionales, treinta y seis novelas en más de cuarenta volúmenes, veinticuatro obras de teatro y otra docena de libros de diversos temas.
Las obras de Benito Pérez Galdós, sin embargo, no son un quehacer, esclavo de sus editores. Por el contrario, viaja constantemente por España y por el extranjero, lee dos idiomas, el francés y el inglés, e interviene en la política de su tiempo: es diputado con Sagasta por el distrito de Guayamo (Puerto Rico) de 1886 a 1890, y vuelve a conseguir acta de diputado con los republicanos, por un distrito de Madrid en 1907 y en 1910.
Asimismo, también será un destacado escritor de temas científicos. Los personajes de sus novelas estarán poseen formación científica, ya que el autor estaba imbuido de los nuevos avances que se produjeron en el siglo XIX en el campo de las ciencias naturales. De esta manera, Galdós fue uno de los primeros en mencionar a Darwin en su obra.
Importancia literaria de Benito Pérez Galdós y sus obras más importantes
Su fama como novelista le lleva a la Real Academia de la Lengua en 1897. Y hubiera conseguido el Premio Nobel en 1912, si no se hubiera organizado una campaña antigaldosiana y antinobel, a cargo de las fuerzas más retrógradas del momento (fuerzas que iban desde los miembros mismos de la Academia, hasta los mauristas, pasando por los católicos y conservadores más exaltados). La Academia sueca, ante el conflicto planteado en la misma patria del candidato, prefirió posponer a Pérez Galdós. ¿Explica esta circunstancia las últimas páginas anticlericales del Episodio Nacional número 46, que se escribió precisamente en 1912?
Para comprender la importancia literaria de Benito Pérez Galdós y sus obras, basta decir que el autor fundó la novela española moderna. Ni los románticos ni los llamados prerrealistas, con Fernán Caballero a la cabeza, habían logrado restaurar un género que, paradójicamente, había alcanzado la cumbre en la patria y en los siglos de Cervantes. Con Galdós —y, con él, toda la generación de novelistas de 1868 (Pereda, Valera, Pardo Bazán, Clarín, Alarcón, Palacios Valdés, etc.)— la novela logra en nuestra literatura el justo nombre de Edad de Plata.
Dejando aparte los dramas galdosianos y los Episodios Nacionales, podemos resumir casi panorámicamente el quehacer novelístico de nuestro autor, comentando brevemente las diferentes tendencias de sus obras; teniendo en cuenta, sobre todo, que la biografía de Galdós es también la historia de su obra.
De 1870 a 1878, Galdós comienza su carrera anclado en un fácil dualismo político y religioso que frisa con el prerrealismo. Con La Fontana de Oro (1870) y con El Audaz (1871 Pérez Galdós intenta dar una lección a sus correligionarios progresistas: predica la acción contra las fuerzas del Antiguo Régimen, pero desconfía de todo extremismo, de toda exaltación; la revolución, viene a decir, ha de ser moderada.
Doña Perfecta (1876), Gloria (1877) y La Familia de León Roch (1878) pertenecen también al primer Galdós dualista: en este caso, el dualismo político se dobla con un dualismo religioso; el autor defiende la tolerancia, pero exalta la figura del liberal progresista, al atacar las manifestaciones más retrógradas de la Iglesia, y a lo que ésta representa como obstáculo, como peligro, ante el empuje de la burguesía revolucionaria.
El realismo como inspiración literaria
Los años que van de 1881 a 1888 nos muestran, sin duda, al mejor Galdós; el realismo (no siempre puro, como veremos), inspira toda la obra de esta época. Para empezar, el autor, consciente ya del movimiento naturalista, se deja tentar por un aproximadamente.
Son, pues, novelas históricas, cierto determinismo fisiológico, muy edulcorado, en La deshe- combinan una serie de historias imaginarias con una redada (1881) y Tormento (1884), y quizá también en Lo Prohibido (1884); pero, al mismo tiempo, Galdós se deja tentar igualmente por otra clase de naturalismo, el espiritualista o idealista en en El amigo Manso (1882).
Aunque, en este caso, el autor consigna un nuevo valor: la más pura ironía, la cepa cervantina que parece reverdecer con Galdós.
El realismo esplendoroso de novelas como El doctor Centeno de novela histórica, sobre la que aún no se han puesto de (1883), La de Bringas (1884), Fortunata y Jacinta (1886-87) y Miau (1888) sitúan a Galdós en cenit de su quehacer artístico. Analizar estas obras equivaldría a trazar la historia y la significación del realismo de la novela española del siglo XIX
El realismo totalizador y significativo de estas últimas novelas se rompe de golpe con la aparición de La Incógnita y de Realidad (1888-1889): la realidad objetiva se vuelve problemática; el mundo se complica, y la significación alcanzada desaparece.
Pero Galdós no va a detenerse en su camino: ante la imposibilidad de escribir una novela en la que la realidad novelesca fuera también la realidad del mundo, inventará, hasta cierto punto, una nueva realidad y cultivará, ya sin descanso, el naturalismo espiritualista con novelas como Angel Guerra (1891), Tristana (1892), Nazarín (1895), Haima (1896) y la extraordinaria Misericordia (1897).
Este novelar representa las obras más importantes de Benito Pérez Galdós y hubiera situado ya al autor en el primer puesto de los creadores españoles de su tiempo.
Sin embargo, queda todavía otro novelar de cuarenta y seis títulos, más extenso aún que la obra comentada, y tal vez tan importante en la obra literaria de Galdós.
A partir de 1912, año en que apareció el último de sus Episodios Nacionales (comentario de texto Trafalgar), nuestro autor abandona la novela y sólo cultiva el teatro.
Benito Pérez Galdós, privado de la vista, murió en Madrid en 1920.
Los Episodios Nacionales
Los Episodios Nacionales se presentan al lector como una colección de cuarenta y seis novelas, divididas en cinco series, que tratan de la historia española de 1805 a 1880. Son, pues, novelas históricas, ya que combinan una serie de historias imaginarias con un serie de hechos históricos.
No se limita a describir la historia española de estos setenta y cinco años que representa los Episodios Nacionales. Esta labor de historiador objetivo, de comentarista si se quiere, le estaba vedada por varias razones:
Galdós no solamente hace historia, sino también novela. Su mérito consiste, precisamente, en que nunca se deja llevar por la historia únicamente, de la misma manera, y en paralelo, que nunca se deja llevar por la novela solamente.
Galdós es también un protagonista de la historia que escribe; es autor que se halla inmerso en el universo de su novela, como parte integrante del mismo.
Y, sobre todo, Galdós no sólo no se puede distanciar del que escribe, sino que, a través de lo que escribe, intenta profundizar, encontrar una significación a esta historia español de setenta y cinco años que configuró su vida, la de su sociedad, y que determinó imparablemente la historia española posterior.
Precisamente, y por estas tres apresuradas razones, los Episodios Nacionales son aún una obra literaria actual, de nuestro tiempo y de nuestra sociedad.
¿Cuál es la obra más importante de Benito Pérez Galdós? Los Episodios Nacionales
Los Episodios Nacionales se presentan al lector como una colección de cuarenta y seis novelas, divididas en cinco series, que tratan la historia española de 1805 a 1880 aproximadamente. Son, pues, novelas históricas, que combinan una serie de historias imaginarias con una serie de hechos o acontecimientos históricos
Tal podría ser una primera acepción de los Episodios Nacionales. Pero, como veremos inmediatamente, esta primera aceptación no pasa de ser una muy superficial aproximación a una obra de tal envergadura.
Para empezar, y dejando ahora aparte una posible de novela histórica. sobre la que aun no se han puesto acuerdo los críticos, Galdós no se limita en ningún momento historiar. Esto es, no se limita a describir —ni menos a transcribir más o menos objetivamente—- la historia española de estos setenta y cinco años Esta labor de historiador de comentarista si se quiere, le estaba vedada por varias razones:
a) Galdós no solamente hace historia, sino también Su merito consiste, precisamente, en que nunca se deja guiar por la historia únicamente, de la misma manera y en paralelo que nunca se deja llevar por la novela solamente.
b) Galdós es también un protagonista de la historia que escribe; es autor que se halla inmerso en el universo de su novela, como parte integrante del mismo.
c) Y, sobre todo, Galdós no sólo no se puede distanciar de que escribe, sino que, a través de lo que escribe, intenta profundizar, encontrar una significación a esta historia española de setenta y cinco años que configuró su vida, la de su sociedad, y que determinó imparablemente la historia posterior.
Precisamente, y por estas tres apresuradas razones los Episodios Nacionales son aún una obra literaria actual, de nuestro tiempo y de nuestra sociedad.
Acontecimientos históricos y aventuras en Los Episodios Nacionales
Toda la primera serie, a excepción de Gerona, tiene un sólo y un único protagonista, que narra en primera persona. Nos hallamos ante una forma caracterizada de la novela, la de las memorias; procedimiento que el autor tendrá que abandonar con el tiempo, o mejor, perfeccionar, en el sentido de seguir aplicándolo, pero cambiando de protagonista. Sabido es que un solo personaje no puede abarcar, ni siquiera en novela, una visión completa de la historia de setenta y cinco años.
Gabriel de Araceli, el protagonista de esta primera serie, se nos presenta como un hombre de acción, bien porque una reflexión sostenida durante nueve tomos hubiera sido ilegible, bien porque la historia de estos años se presta más a la acción, en este caso guerrera, que a otra cosa.
Acotados los límites de los diez tornos —guerra de la Independencia— las aventuras bélicas de Gabriel de Araceli pue-
La primera serie empieza con un título que se desgaja del resto de la misma: Trafalgar. Como sabemos, la batalla de Trafalgar, tiene muy poco que ver con la guerra de la Independencia. Ahora bien, el tomar esta acción, este momento histórico como principio de toda su obra, ¿significa que, para Galdós la batalla de Trafalgar cierra toda una época? Hay críticos que así lo creen; con el combate de Trafalgar se cierra el siglo XVIII, y lo que quiere escribir Galdós es la historia del siglo XIX.
Se podría aducir en contra de este razonarngoto que el título que sigue, La corte de Carlos IV, parece una prolongación del siglo XVIII. En realidad, no es así, ya que, en este Episodio Nacional, Las tropas francesas no solamente entran físicamente en España sino también, y de una manera muy directa, en la historia española del Siglo XIX. Queda, pues, el Episodio Nacional de Trafalgar corno una novela aparte, proemial, prologal.
Este procedimiento (de colocar al frente de cada serie una novela hasta cierto punto independiente) lo repetirá en las dos series siguientes.
Trafalgar —que no puede ser un punto de partida puesto que en este Episodio Nacional no se plantea ningún problema político ni novelesco— ha de ser por fuerza un punto final. Pérez Galdós cierra con este titulo toda la historia antigua.
(Aquí se podrían citar numerosas frases de Galdós sobre este mundo antiguo, ya se refiera a los Siglos de Oro, ya al XVIII, Galdós suele criticar duramente —con excepciones, naturalmente— la historia política y hasta la literatura de estos siglos).
A partir de La corte de Carlos IV, los tres principales personajes novelescos de la serte aparecen ya bastante bien delineados: Gabriel, Inés y Amaranta; los tres. como es natural, van a sufrir ciertas transformaciones, sobre todo Amaranta; mientras que Gabriel permanecerá siempre hasta cierto punto. inmóvil, en cuanto a evolución mental o pasional se refiere.
Acontecimientos bélicos
Como la serie entera -con excepción de Trafalgar– está basada en la historia de la guerra, el autor escogerá de la misma los acontecimientos que , en principio y siempre según su parecer, son más significativos. No pasará por alto las batallas en campo abierto, desde Bailén hasta los Arapiles, ni los heroicos sitios de Zaragoza y Gerona; no se olvidará de que la guerra de la Independencia fue sobre todo, una guerra popular, y dedicará un Episodio Nacional a las guerrillas de Juan Martín el Empecinado.
Pero, al propio tiempo, la historia política será transcrita con todo cuidado: desde las primeras intrigas del príncipe Fernando, hasta la promulgación de la primera Constitución española de Cádiz en 1812.
Otras obras más importantes de Benito Pérez Galdós
Fotunata y Jacinta
Fortunata y Jacinta cuenta las historias de las dos mujeres del título. Pero primero es la historia de Juanito Santa Cruz (también llamado el Delfín), el hijo único, muy querido y demasiado mimado, de un matrimonio bastante acomodado, Don Baldomero y Barbarita.
Galdós construye su historia poco a poco, entrando en muchos detalles de fondo a lo largo de la novela, desvíos que finalmente le permiten presentar el amplio panorama de la vida en Madrid en esa época, una época de grandes cambios políticos, sociales y tecnológicos. Su ligereza y seguridad en las descripciones -encontrando las palabras adecuadas o el breve episodio apropiado para transmitir los grandes cambios o los aspectos específicos de este mundo- dejan poco que sea pesado. Aun así, se trata de una novela que se mueve a lo largo y ancho, y que a menudo deja en el camino a algunos de los personajes centrales. (También es eficaz el uso de su narrador en primera persona, en un segundo plano casi hasta la invisibilidad, pero que de vez en cuando resurge con el consabido toque personal).
De manera muy indirecta, Galdós tarda unas cuarenta páginas en comenzar realmente la historia, pero el enfoque, a través de la familia y luego de un amigo de la familia, es muy bueno. El libro avanza en giros nunca esperados, Galdós imita la vida imprevisible mucho mejor que la mayoría de los novelistas, las líneas argumentales se desarrollan de forma natural (y por lo tanto a veces también torpe). Reconoce cuando llega el primer punto de inflexión del libro
Misericordia
La novela Misericordia, publicada en 1897, se enmarca dentro del ciclo espiritualista de las novelas españolas contemporáneas. Algunos expertos la consideran, junto a Fortunata y Jacinta, una obra dotada de valores universales.
El titulo de Misericordia, encierra un doble sentido, ya que que por un lado esta basado en el Hospital de la Misericordia de Madrid y por otro lado hace referencia al supuesto atributo divino, representado por la piedad de su protagonista, la criada y la mendiga Benina.
La obra narra la andanzas mendicantes de Benina y el ciego «Almudena», en un mundo poblado por pordioseros, tullidos y demás necesitados de los bajos fondos de la capital de España.
Marianela
La obra Marianela fue publicada en 1878, y con ella se concluyó el conjunto de su novelas de tesis. En su trama podemos encontrar muchos de los personajes secundarios que posteriormente serán protagonistas del ciclo de novelas españolas contemporáneas.
En Marianela podemos encontrar la grandeza de espíritu del género humano. Sin embargo, pocas obras logran realizar el profundo análisis que realiza Galdós del alma de sus personajes.
Galdós creó una de sus novelas más reconocidas. El argumento narra la vida trágica de Marianela, fea y deforme, que está enamorada del ciego Pablo a quien sirve de lazarillo.
Se trata es el hilo conductor sobre el que se entrelazan tres temáticas: la ceguera y su posible cura, la relación sentimental y la situación socioeconómica.
La maestría de Benito Pérez Galdós se encuentra en la articulación narrativa de las oposiciones principales: belleza física y belleza moral; industria y agricultura, el hoy y el ayer; cultura y naturaleza. La historia del ciego con su lazarillo ha quedado como una de las más bellas surgidas de la pluma de Galdós.
El abuelo
El abuelo es una gran obra dialogada. Su argumento se centra en temas como el honor, la duda, la bastardía, la ingratitud y temas políticos como la perdida de las colonias. Se trata temas clásicos en la composición y evolución de la sociedad española a los que Galdós otorgó una composición literaria.
La novela fue comparada con el El rey Lear por sus ecos shakespearianos y biográficos que contienen sus páginas. El prot «El abuelo» es una novela dialogada. El honor, la duda, la bastardía, el adulterio y sus consecuencias, la lucha de clases, la pérdida de las colonias, la ingratitud, son temas clásicos de la composición y el desarrollo de la sociedad española, a los que Galdós da forma literaria en esta novela. Algunos ecos shakespearianos (se la comparó con «El rey Lear») y biográficos confluyen además en la novela.
El protagonista, el Conde de Albrit, es un personaje que durante toda historia va en busca de una verdad, y en ese recorrido es capaz de hacer el bien y el mal que le conducirán finalmente hacia la degradación o la redención.
Referencias bibliográficas:
Ferreras, J. (1993). Episodios Nacionales. Club Internacional del Libro.
Benito Pérez Galdós. Biografía. Recuperado de: https://www.cervantes.es/bibliotecas_documentacion_espanol/biografias/rabat_benito_perez_galdos.htm#:~:text=Benito%20P%C3%A9rez%20Gald%C3%B3s%20(Las%20Palmas,realista%20espa%C3%B1ola%20del%20siglo%20XIX.&text=Viaja%20por%20Europa%20como%20corresponsal,el%20realismo%20y%20el%20naturalismo