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La masonería: detrás del velo del secretismo

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Masonería
Fuente: Nueva Tribuna

La masonería, conocida popularmente por sus delantales blancos y símbolos arcanos, es la fraternidad más antigua del mundo. A pesar de su longevidad, los masones han estado envueltos en el misterio durante mucho tiempo. Para los observadores externos, los ritos y prácticas de la organización pueden parecer cultos, clandestinos y secretos, incluso siniestros.

Esto se debe en parte a la renuencia deliberada de los masones a hablar de los rituales de la organización a los forasteros. Pero también es en parte el resultado de muchas películas y libros populares, como «El código Da Vinci» de Dan Brown (Doubleday, 2003), que han fomentado conceptos erróneos o han representado el orden de manera poco halagüeña.

Sin embargo, la masonería es una organización mundial con una larga y compleja historia. Entre sus miembros se encuentran políticos, ingenieros, científicos, escritores, inventores y filósofos. Muchos de estos miembros han jugado papeles prominentes en eventos mundiales, como revoluciones, guerras y movimientos intelectuales.

¿Qué es la masonería?


Además de ser la organización fraternal más antigua del mundo, la masonería es también la organización más grande del mundo, con más de 6 millones de miembros, según un informe de la BBC. Una fraternidad es una institucón que está compuesta casi exclusivamente por hombres que mantienen reuniones para beneficiarse mutuamente. Habitualmente por razones de negocios o de política. No obstante, en la actualidad las mujeres pueden ser masonas.

Pero los masones, también se dedican a objetivos más elevados. Unidos por ritos secretos de iniciación y rituales, sus miembros promueven ostensiblemente la «hermandad del hombre», y en el pasado, han sido a menudo asociados con los principios de la Ilustración del siglo XVIII como el antimonarquismo, el republicanismo, la meritocracia y el gobierno constitucional, dijo Margaret Jacob, profesora emérita de historia europea en la Universidad de California en Los Ángeles y autora del libro «Los orígenes de la masonería»: Facts and Fictions» (University of Pennsylvania Press, 2005).

Esto no quiere decir que la masonería sea totalmente secular y carezca de aspectos religiosos. Se alienta a sus miembros a creer en un ser supremo, que en el lenguaje de la masonería, se conoce como el «Gran Arquitecto del Universo», añadió Jacob.

Este Gran Arquitecto, explicó Jacob, se parece más a un creador de forma deísta más que a un Dios tal y como lo concibe hoy en la actualidad la religión crisitina. El concepto de Deísmo, que tiene sus orígenes en la Ilustración del siglo XVII, promueve la idea de que el ser supremo es como el último «relojero»; una deidad que creó el universo pero que no juega un papel activo en la vida de sus creaciones.

Poema Regius o Manuscrito Halliwell

Un código de ética también guía el comportamiento de los miembros. Este código proviene de varios textos. El más conocido de los cuales recibe el «Constituciones». Uno de estos documentos, conocido como el «Poema Regius» o el «Manuscrito Halliwell», está fechado en algún momento alrededor de finales del siglo XIV o principios del XV, y hasta el momento es el documento más antiguo en el que aparece lamasonería, según la Pietre-Stones Review of Freemasonry, una revista online redactada por masones.

El manuscrito Halliwell está escrito en verso, y además de supuestamente trazar la historia de la masonería, también prescribe el comportamiento moral correcto para los masones. Por ejemplo, insta a los miembros a ser «firmes, confiables y sinceros» y a «no aceptar sobornos» o «robar en el puerto».

Mientras que muchos masones son cristianos, la masonería y el cristianismo han tenido una relación compleja y a menudo divisiva. Las ramas más extremas del cristianismo no han visto con buenos ojos el deísmo de la masonería y sus frecuentes vínculos con el paganismo y el ocultismo. La Iglesia Católica ha perseguido a muchos masones.

En 1738, un decreto papal prohibió a los católicos convertirse en masones, escribió Jacob. Aún hoy, la prohibición papal a la masonería sigue vigente, con la Iglesia declarando la masonería «irreconciliable con la doctrina de la Iglesia», según el Vaticano.

¿Cómo comenzó la masonería?


Los orígenes de la masonería se hunden en la niebla del tiempo, y se han formulado multitud de mitos y especulaciones. Incluso se ha llegado a afirmar que los masones descienden de los constructores del Templo de Salomón. Otros investigadores aseguran que los masones tuvieron sus comienzos como otro tipo de caballeros templarios.

Y el famoso revolucionario americano Thomas Paine intentó rastrear los orígenes de la orden hasta los antiguos egipcios y druidas celtas. También ha habido un rumor de larga data de que los masones son los mismos que los Illuminati, una sociedad secreta del siglo XVIII que comenzó en Alemania, escribió Jacob. La mayoría de estas teorías han sido desacreditadas, aunque algunas personas continúan creyéndolas.

«La masonería tiene sus raíces en los gremios de canteros de la Europa medieval», dijo Jacob. Estos gremios, especialmente activos durante el siglo XIV, fueron responsables de la construcción de algunas de las mejores arquitecturas de Europa, como las ornamentadas catedrales góticas de Notre Dame en París y la Abadía de Westminster en Londres.

Iniciación masonería

Los masones eran buscados por los monarcas

Como muchos gremios de artesanos de la época, sus miembros guardaban celosamente sus secretos y eran selectivos en cuanto a quiénes elegían como aprendices. La iniciación de los nuevos masones demandaba un largo tiempo de educación. En este proceso aprendían matemáticas avanzadas y arquitectura.

Sus habilidades eran tan demandadas que los masones experimentados eran frecuentemente buscados por monarcas o altos funcionarios de la iglesia, dijo Jacob.

Los gremios proporcionaban a sus miembros no sólo protección salarial y control de calidad sobre el trabajo realizado, sino también importantes conexiones sociales, añadió. Los masones tenían sus reuniones en logias, que servían de sede en las que se debatían los asuntos del día.

Sin embargo, con el auge del capitalismo y la economía de mercado durante los siglos XVI y XVII, el antiguo sistema de gremios se vino abajo, escribió Jacob. Pero las logias masónicas sobrevivieron. Para encontrar más trabajadores y recaudar fondos, los gremios de canteros comenzaron a reclutar no masones. En los comienzos, los nuevos aspirantes eran familiares de los otros masones, pero cada vez con más asiduidad se incluían a hombres que poseían grandes riquezas.

Masonería especulativa

Muchos de estos nuevos masones eran «caballeros eruditos» que estaban inspirados por el nuevos filosófico e intelectual que estaba revolucionado la sociedad europea del momento. Algunas de aquellas nuevas tendencias intelectuales eran el racionalismo, la metodología científica y la física newtoniana. Asimismo, los masones estaban interesados en aspectos relacionado con la moralidad.

De este nuevo enfoque surgió la «Masonería especulativa», que comenzó en el siglo XVII muchos de los miembrostenían 8un pensamiento liberal. La masonería de la forma que es conocida en la actualidad surgió a principios del siglo XVIII en Inglaterra y Escocia.

Un importante punto de inflexión en la historia de la francomasonería ocurrió en 1717, cuando los miembros de cuatro logias londinenses separadas se reunieron para formar lo que se conoció como la Premier Grand Lodge de Inglaterra.

Esta Gran Logia se convirtió en el punto focal de la masonería británica y ayudó a difundir y popularizar la organización. La masonería se extendió rápidamente por todo el continente; pronto hubo logias masónicas dispersas por toda Europa, desde España y Portugal en el oeste hasta Rusia en el este. También se estableció en las colonias norteamericanas durante la primera mitad del siglo XVIII.

A finales del siglo XVIII, en el apogeo de la Ilustración, la masonería tenía un considerable prestigio social. «Ser masón indicaba que estabas a la vanguardia del conocimiento», dijo Jacob.


Sin embargo, la masonería no siempre fue bienvenida. En los Estados Unidos en la década de 1830, por ejemplo, se formó un partido político conocido como el Partido Antimasónico, según una publicación del Washington Post. Era el tercer partido político original de la nación y sus miembros se dedicaban a contrarrestar lo que creían que era la influencia política indebida de la masonería. William Seward, quien se convirtió en el secretario de estado del presidente Abraham Lincoln, comenzó su carrera política como candidato antimasónico.

¿Pueden las mujeres y las minorías convertirse en masones?


Las primeras logias masónicas solo admitían hombres. Esta norma, se reflejaba en las costumbres sociales imperantes de la época, y continuó durante muchos decenios, sobre todo en Gran Bretaña.

Pero con el paso de los años, las mujeres empezaron a desempeñar cada vez más papeles activos en la organización, especialmente en el continente europeo. En Francia, por ejemplo, durante el decenio de 1740 empezaron a aparecer las llamadas «logias de adopción», dijo Jacob. Se trataba de logias que admitían una mezcla de hombres y mujeres, estos últimos sobre todo las esposas, hijas y parientes femeninos de los masones.

No eran totalmente independientes, pero estaban sancionadas y adscritas a las logias masculinas tradicionales. Pronto surgieron logias de adopción similares en los Países Bajos y finalmente en los Estados Unidos.

A partir de esta tradición, se formaron organizaciones masónicas que admitían tanto a hombres como a mujeres como miembros de pleno derecho. Algunas de estas organizaciones incluían la Orden del Amaranto, la Orden del Santuario Blanco de Jerusalén y la Orden de la Estrella Oriental. En estas organizaciones, tanto hombres como mujeres participan en los ritos masónicos y las mujeres pueden ocupar posiciones de autoridad y liderazgo.

Mujeres masonas

«Nunca nos sentimos menospreciadas»

La mujer de mayor rango en la Orden de la Estrella Oriental, por ejemplo, es conocida como la «Matrona Digna» y es la presidenta de la organización. También hay varias organizaciones de niñas y mujeres jóvenes relacionadas con la masonería, como la Orden de las Hijas del Trabajo y la Orden Internacional del Arco Iris para las Niñas, ambas activas en la actualidad. Las Rainbow Girls son una rama de la Orden de la Estrella Oriental y se dedica en gran medida al servicio y la caridad.

Un nativo de California, que pidió permanecer en el anonimato, y que fue miembro de las Rainbow Girls en la década de 1970, recuerda con cariño la organización. De joven, dijo, nunca se sintió menospreciada por ser miembro de una de las organizaciones femeninas. «Éramos autónomas. Siempre decidimos nuestra propia agenda».

«Sin embargo», explicó, » la masonería me dio una perspectiva de la sociedad algo utópica porque éramos muy democráticos». Además, la fraternidad estaba bien organizada».

En la actualidad, las organizaciones masonas siguen siendo exclusivamente hombres. No obstante, las logias relacionadas de mujeres masonas siguen en funcionamiento, muchas de ellas relacionadas con la caridad, la educación y la formación del carácter.

Las minorías étnicas y la masonería

De manera similar a su relación con las mujeres, la francmasonería en los Estados Unidos ha tenido una historia complicada con las minorías étnicas, especialmente los negros americanos. Después de que se estableciera la francmasonería en las colonias americanas, pero antes de la Guerra de la Independencia, unos pocos colonos negros libres, entre ellos un hombre llamado Prince Hall, solicitaron ser miembros de la Logia de Boston, Massachusetts, según el libro de Cécile Révauger «Black Freemasonry» (Simon y Schuster, 2016). Hall fue rechazado pero perseveró, recibiendo finalmente un estatuto en 1784 de la Gran Logia de Inglaterra.

La logia masónica que fundó fue la primera fraternidad afroamericana de los Estados Unidos. De esta manera, inspiró otras logias negras que surgieron posteriormente. El nombre que recibían era «Logias Prince Hall» en honor al fundador, y únicamente admitieron afroamericanos.

Aunque los códigos masónicos no prohíben estrictamente la pertenencia a minorías étnicas no blancas, la integración de las logias principales ha sido una lucha continua. Los intentos de integrar las logias principales han tenido un éxito variable. «Hay logias liberales que hacen un esfuerzo adicional, pero la mayoría sólo van con quien se presenta», dijo Jacob.

Sin embargo, incluso en la primera década de este siglo, los intentos de integrar algunas logias en el sudeste de los Estados Unidos se han encontrado con la oposición de algunos miembros blancos, informó el New York Times.

Famosos masones


Se ha informado que varias figuras históricas prominentes han sido masones, incluyendo a Simón Bolívar, conocido como el «libertador de Sudamérica»; el filósofo francés Voltaire, conocido por sus voluminosos escritos filosóficos y políticos; y el famoso poeta y escritor alemán Goethe. Wolfgang Amadeus Mozart, el famoso compositor, se convirtió en masón en 1784. Su renombrada ópera, «La flauta mágica», contiene elementos de la masonería, y es un himno a sus creencias masónicas, informó NPR.

En su libro «Revolutionary Brotherhood»: Freemasonry and the Transformation of the American Social Order, 1730-1840″ (University of North Carolina Press, 1998), el historiador Steven Bullock señaló que varios de los Padres Fundadores y notables revolucionarios y presidentes estadounidenses eran masones, entre ellos George Washington, Paul Revere, Benjamin Franklin y Andrew Jackson. Franklin fue uno de los primeros masones en lo que entonces era la América colonial, y en 1734 se convirtió en el Gran Maestro de la Logia de Filadelfia, según un artículo de 1906 publicado en The Pennsylvania Magazine of History and Biography.

Bibliografía:

Pietre-Stone Review of freemasonry.

Facts and Fictions (University of Pennsylvania Press, 2005)

Cécile Révauger. Black Freemasonry: From Prince Hall to the Giants of Jazz, 2015

New York Times

Jstor, The Pennsylvania Magazine of History and Biography

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Soy periodista y profesor de Ciencias Sociales, en definitiva, me encanta contar historias que mejoren las vidas de las personas. Por eso, mi pasión es la literatura. Además, soy aficionado a los videojuegos, el cine, la música y las series. Y aunque no lo parezca por esta descripción, no siempre estoy sentado, me gusta hacer deporte, ya lo decía Juvenal: "Mens sana in corpore sano".

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